08 Abr Reino Unido: Comienza el espectáculo
Comienza la campaña para las elecciones en el Reino Unido. Al menos la campaña oficial, porque ya se sabe que desde el punto de vista electoral las campañas empiezan bastante antes de que el Gobierno de turno confirme la fecha de los comicios, que en el caso británico sea el próximo seis de mayo. Ya se pueden imaginar que en Woll estamos expectantes ante el espectáculo comunicativo que nos espera en el próximo mes: la confrontación de estrategias de laboristas y conservadores que llegan muy igualados en las encuestas; los tres debates televisados programados; las tácticas a través de la red; la guerra de carteles… Un auténtico cursillo en comunicación política del que se sacarán muchas conclusiones para las elecciones generales en nuestro país, supuestamente en 2012, y, por qué no, para las autonómicas del año que viene.
Por lo pronto la campaña ha comenzado con un patinazo de los laboristas, “un disparo en el pie” como lo han descrito muy gráficamente numerosos medios de comunicación. Hay lemas y campañas que han quedado para la historia como aquél que comentamos en su día contra el candidato norteamericano Spiro Agnew, pero no recordamos un cartel contra la competencia que fuese tan nefasto para los intereses propios y que sirviese a sus oponentes con simplemente cambiar el título. Al parecer los laboristas querían perjudicar la imagen del conservador presentándolo como un conocido detective de la televisión británica en los años 80, o sea, la vuelta al thatcherismo, así que sacaron el cartel de marras. Estilismo de la época y una pose de Cameron sobre un antiguo Audi Quattro… ¡Qué le beneficia! Pues eso, tiro en el pie o por la culata, como prefieran.
Sin embargo, no han sido los laboristas quienes han cambiado de agencia de comunicación a poco más de un mes para los comicios, sino los tories, que han recurrido a la empresa “Saatchi & Saatchi”, la que ayudó a Thatcher a ganar las elecciones en el 79, para recuperar terreno en las encuestas.
Al parecer los mensajes electorales de los conservadores estaban demasiado expuestos a la manipulación y sus oponentes los ridiculizaban con facilidad. Como ejemplo mydavidcameron.com dedicada en exclusiva a esos menesteres y que, al parecer, está obteniendo una enorme difusión.
No creemos que el problema se base en una serie de carteles sino en el meollo de la cuestión en estos casos, que no es otro que el hecho de que los conservadores no están haciendo llegar su mensaje ante un rival que hace sólo unos meses aparecía como claro perdedor y que ahora se dibuja como un difícil adversario.
Por lo pronto podemos destacar las posiciones de partida de los candidatos. David Cameron se presenta como un aspirante atractivo y carismático, aunque sin llegar al nivel de Tony Blair, al menos por ahora. Su estrategia parte precisamente de explotar su imagen y mostrar a un líder sólido que saque al país del pozo donde lo ha metido Gordon Brown. ¿Les suena? Sin embargo las escisiones en su propio partido están socavando la autoridad moral de Cameron, que ha caído en las encuestas.
Frente a él encontramos a un primer ministro que ha llegado a Downing Street sin presentarse a los comicios y que será cualquier cosa menos carismático. Como ejemplo observen esta manera tan eficaz de echar por tierra el efecto Obama en una visita oficial que anhelaba para sí mas de un mandatario mundial. Con lo fácil que es dar la mano.
Visto lo cual se entiende que en su primer discurso público tras el anuncio de las elecciones, Brown no haya hablado de liderazgo sino de equipo. Una estrategia parecida a la que utilizó un Aznar poco agraciado, y aún desconocido, para enfrentarse al seductor Felipe González en 1993 y 1996. Estas son las posiciones de inicio. Veremos como se desarrolla la partida.