11 Ago El “Break Event” de la TDT
La TDT se basa en tres pilares que han justificado el cambio tecnológico. Por un lado, la mejora de la imagen y el sonido; por otro, la mayor oferta de canales. El tercero es la interactividad. Analicemos cada una de estas tres ventajas. Ni que decir tiene que cuando conseguimos ver bien la TDT la mejora en la imagen es extraordinaria. En gran parte esto se debe a que desaparece la doble imagen que existe en la transmisión analógica, como consecuencia de recibir la misma señal desde dos centros emisores diferentes con un pequeño retraso en el tiempo. El televisor, al ser dispositivo tonto, “pintaba” la misma imagen dos o más veces y eso se traducía en lo que se conoce como doble imagen.
La diferencia en el sonido no es tan apreciable (al menos para mí), pues el oído humano tiene una capacidad reducida y está muy bien resuelta en la transmisión analógica. La tecnología digital permite transmitir más canales de audio, por lo que técnicamente es sencillo contar con más canales simultáneos, lo que permitiría oír contenido estereofónico, incluso en varios idiomas. Es una pena pero esta característica no se suele explotar mucho y daría mucho juego. Imagínese poder seleccionar una película en versión original, en castellano, y, además, doblada en otro como catalán, gallego, euskera…
La mayor oferta de canales también es evidente, aunque no sé cuantos serán de pago en el futuro, puesto que se ha cambiado el apelativo de “gratuito” por razones que no entro a valorar. Por último la interactividad brilla por su ausencia y es otra pena. Y ya van dos.
No todo es negativo. Ahora podemos cambiar de canales de audio fácilmente (cuando emite más de un canal), podemos acceder a la programación planificada de emisión (EPG, Guía Electrónica de Programas) y otras particularidades de cada decodificador.
Lo que está claro es que la televisión analógica tiene los días contados y que se prevé que después del verano veremos más la TDT que la analógica, como muestra el siguiente estudio de impulsatdt
Lo más importante de todo esto es que ahora nos ‘enchufan’ por la antena de nuestra casa un montón de ceros y unos de la misma forma que el ADSL se lo ‘enchufa’ a nuestros ordenadores y, por lo tanto, han dejado la puerta abierta a que los miles de desarrolladores que están por el mundo puedan dar rienda suelta a la imaginación creando contenidos que nos hagan felices.